miércoles, 3 de octubre de 2012

Tercera semana de desarrollo: disco germinativo trilaminar


Gastrulación
Lo más característico que ocurre en la tercera semana es la gastrulación; proceso por el cual se forman las capas germinativas (ectodermo, endodermo y mesodermo). Comienza con la formación de la línea primitiva en la superficie del epiblasto. El extremo de esta línea se llama nódulo primitivo.
También se produce el proceso de invaginación por el cual las células del epiblasto emigran hacia la línea germinativa y se introducen bajo el epiblasto. Una vez que estas células se han invaginado, algunas se desplazan al hipoblasto formando el endodermo y otras se ubican entre el epiblasto y el endodermo formando el mesodermo. Las células que se quedan en el epiablasto forman el ectodermo. Por lo tanto, el epiblasto es la capa que origina todas las capas germinativas del embrión.
El mesodermo forma la placa precordal que se forman entre el extremo de la notocorda y la membrana bucofaríngea.



Formación de la notocorda
Las células prenotocordarles emigran hasta la placa precordal. Se desprenden del endodermo formando un cordón macizo, llamado notocorda definitiva. Sirve de base para el esqueleto axial. La parte posterior del saco vitelino da origen al alantoides. No se sabe bien para que es pero en algunos vertebrados inferiores el alantoides sirve de lugar de excreción de los productos de desecho.
corte_embrion_para_ver_linea_germinativa.JPG

corte_embrion_en_la_formacion_capas_embrionarias.JPG

Desarrollo posterior del trofoblasto
Al comienzo de la tercera semana el trofoblasto se caracteriza por las vellosidades primarias. Las células mesodérmicas penetran en las vellosidades y se forman las vellosidades secundarias.
Al final de la tercera semana, las células mesodérmicas se comienzan a diferenciar en células sanguíneas y en vasos sanguíneos pequeños. Se forma entonces las vellosidades terciarias. Los capilares establecen contacto con el sistema circulatorio intraembrionario, conectando así la placenta y el embrión. En consecuencia, cuando el corazón empieza a latir en la cuarta semana de desarrollo, el sistema velloso está preparado para proporcionar al embrión los elementos nutritivos y el oxígeno necesarios. Al mismo tiempo, el embrión está unido a su envoltura trofoblastica por el estrecho pedículo de fijación que más adelante formara parte del cordón umbilical.


formacion_vellosidades.JPG


vellosidades_y_poediculo_de_fijacion.JPG

Aquí se ve una foto del final de la tercera semana:

final_3_semana.JPG

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